Recuerdo, antes de que pase,
como nos besaremos, escondidos,
de noche al volver a casa.
Agarrado a tu espalda,
sujetando tu cintura.
Rozando tus labios con los míos.
Recuerdo, antes aún de haberte conocido,
tus ojos grandes, marrones y preciosos
que miraban alegres a los míos.
El olor de tu cuello,
el sabor de tus hombros,
y el cariño de tu voz.
martes, 16 de enero de 2007
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