lunes, 28 de julio de 2008

De la dominación humana o la animalística lucha por el poder

Quien sabe si desde el origen de las especies o no, porque puedo asegurar con toda certeza, que nadie estubo allí para comprobarlo, la lucha por el poder ha sido una constante entre los seres vivos, curiosamente entre los de igual especie. El 'premio', convertirse en semental o gozar de un territorio más amplio donde disfrutar de su bestial mandato.

Hablamos de sociedades animales prehistóricas, la mayoría extintas, la minoría evolucionadas a algo de color y forma diferente, pero regido por este mismo patrón del comportamiento sobre el poder y las recompensas.

Y entre todas esas especies inconscientes de su consciencia, surge una que se adelantan en denominar como el homo sapiens sapiens, o el que sabe que sabe, aunque algunos se quedan sólo en sapiens y otros se quedan en homo. ¡Los hay que ni siquiera se quedan! Pero vamos a centrarnos en ese animal que sabe que sabe o que piensa que piensa, según el caso. El a veces mal llamado, ser humano.

Animal social, que le decimos, con una asombrosa capacidad de comunicación, aprendizaje y una conciencia o consciencia, según creamos o no, superior en casos a la de otras especies. El ser humano se relaciona con cordialidad con otros humanos y otros animales no violentos, aunque a los violentos intenta controlarlos. ¡Incluso parecer su amigo o aliado! Cosas del miedo 'supervivencial'

El Rey de la jungla asfáltica, que domina los elementos en pequeñas dosis porque a grandes dimensiones se les escapan, es la criatura que se dice se cuenta se rumorea, más y mejor ha pillado el tema este de la evolución animal y la ha aplicado sobre sus carnes con sabor a pollo (lo que dicen, yo aún no tengo la certeza). Pero bien o mal evolucionado, se empeña en no renunciar a la lucha animalística por el poder, a marcar su territorio y a destacar como el más fuerte entre los fuertes, que sin duda harán de él un semental, obviamente.

El inconveniente viene cuando no todos pueden ser un Bush o un Binladen y controlar a la aborreguizada masa de eslabones, y este encarnizado combate por la dominación, se individualiza y sucede a las más pequeñas escalas, como ya ocurriera con las primeras tribus que habitaban las cuevas, y lejos de hacerse un nombre mundialmente conocido gracias a la globalización y sus defectos, se conforman con destacar en su barrio, su ciudad o el punto de reunión social más próximo al que llamaremos parque. Quizá no lleguen a sementales, pero al menos se garantizarán el impresionar a alguien por el tiempo suficiente como para obtener algún beneficio, como puede ser el sexo, el ser idolatrado, o quien sabe que oscuro interés, siniestro o clandestino.

En ningún capítulo de la historia, el ser humano ha renunciado a esto. Es más, se trata de un comportamiento que ha marcado el ritmo de los acontecimientos que consideran más importantes. La decapitación del poder para la suplantación del poder, y no nos sorprendamos.

Que las sociedades humanas parezcan más civilizadas no quiere decir que hayan avanzado en absoluto, es simplemente que pertenece a este juego de dominación, y frente a adversarios poderosos se requieren aliados poderosos. La mentira, el control, el miedo como arma de poder, las armas como herramientas generadoras de miedo, la incultura, el desconocimiento y por supuesto, el no libre pensamiento, hacen que la especie humana involucione hasta convertirse en esclavos de su propia naturaleza, esclavos de su misma estupidez, de las apariencias en una sociedad donde parece ser lo único importante, ya que las limitaciones intelectuales les impiden ser y deben conformarse con parecer.

Y que propio terminar con una frase de un tal Einstein, al que unos humanos alaban sin saber porque, y otros desconocen, todos sabemos porque.


“Solo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana, y no estoy muy seguro de lo primero”


Gracias, corazones


_

lunes, 21 de julio de 2008

Me gustan tus zapatos

Los días duraban menos
en una tarde como la de hoy,
hace justo medio año.
a las nueve era ya de noche
y me resultaba
tras un largo rato de insistencia
más sencillo mirarte a los ojos
que momentos antes.

Esperaba que llegases con un lazo,
me aterraba que vinieras
con la duda o con el pánico.
Trajiste en su lugar esa alegría
que contagias.

No fue un cumplido cuando dije
"Eh, me gustan tus zapatos"
No fue premeditado cuando
sin poder mirarte todavía
fijamente a los ojos,
me aferré a tu mano.

Y desde entonces
ya no es sólo dopamina.
Ahora todo son
buenos momentos.
El agradecimiento
por la ilusión desmesurada.
que me produce verte
oirte
saberte ahí.

Esperar que llegues (aún lo espero)
con un lazo.


_

sábado, 19 de julio de 2008

Painted in Blue

Como este cielo
que pisamos
o el mar turquesa
que engulle nuestras murallas.
Esa boca que persigo
espero
retengo
y libero con un beso.


_

lunes, 14 de julio de 2008

Hoy langostinos

"Juan, ¿te apetece un cafelito? voy a bajar a por algo" Su respuesta es negativa, pero me agradece el gesto. La cordialidad es importante en la comunicación humana.

Dejo la oficina y bajo las escaleras del hall. Entro al buffet y me fijo que hay preparados desayunos. En la esquina junto a la puerta, un cartel anuncia: "Hoy en nuestro buffet, langostinos" De pronto me apetecen unas gambas a la plancha, pero tendre que conformarme con los dulces que me subió Sergio antes de irse, como hace cada noche que sabe que estoy yo de turno. También le agradezco enormemente el gesto (recordad, cordialidad).

Cojo un zumito, subo de nuevo al despachito y continuo el papeleo. No hay poco hoy, pero me lo tomare con calma. No me gusta estresarme. Además, estoy dejando el café. Me apetece una taza enorme de colacao, pero respeto mi vida, ahora mas que nunca. Hace calor.

Ojeo las noticias, parandome en las banalidades y ofuscandome con las desgracias. ¿Que sentido tiene? La impresora se pone a funcionar sola. El sistema está terminando el cierre y me llama para que vuelva al trabajo. No tengo prisas. Miro el plato con los dulces. Nunca me ha gustado el merengue, pero ese tiene buena pinta.

Soy un hombre, no puedo pensar mientras como.

Listo, ya puedo seguir pensando, escribiendo y haciendo como el que trabaja... lo que me recuerda que en la impresora hay una documentacion esperandome. La recojo y la reparto por la mesa. Me gusta tener todo esto organizado. Me facilita el trabajo. Quiza me hace verlo como un puzzle. Cada pieza en su sitio. Las voy tomando, las voy distribuyendo hasta completar la auditoria. Los seres humanos nos empeñamos en parecer maduros. Nos empeñamos en alcanzar un "estado" que nosotros mismos hemos inventado, como quien quiere alcanzar el Olimpo, el Nirvana o no quedarse atascado en el Purgatorio. La sociedad hace que nos resulte dificil estar por encima de todo eso, pero solo necesitamos observar y aprender. Tener criterio propio y no dejarnos convencer por quien quiere sacar algo de nosotros.

Es verdad, podemos estar por encima de creencias y estatus que nos limitan, controlan y "borreguizan" No se trata de declararnos ateos, ermitaños o cualquier otra cosa, porque seguiriamos cayendo victimas de la terminologia cataloguizante de esta lengua nuestra. Se trata de no dejarnos dominar. De alcanzar una libertad real y absoluta, al menos de pensamiento, dadas nuestras limitaciones fisicas y sociales.

¡Y eso es todo! Por hoy, por supuesto. Si el tiempo vuelve escasamente a acompañarme, volvere a escribir algo pronto.


_

viernes, 11 de julio de 2008

Será de Acero

No encuentro muesca
en este anillo
que me diga que es de plata.

Será de Acero.


_