He salido a la puerta que da entrada al Hall durante unos minutos. He estado observando el entorno y disfrutando del frescor del aire de las 6:10 de la mañana, tras una noche de lluvias intermitentes y tormenta. Las nubes discurrian finas y veloces a través de un cielo etereo. Eran tan transparentes que permitían descubrir tras ellas alguna estrella de las de más luminosidad.
Fue un efecto estraño cuando se disiparon un poco, y pude ver como una de esas estrellas sobre la que había fijado mi atención con anterioridad, parecía ahora más grande y cercana, sin el velo nebulinoso que la empequeñecía.
Era como si esa estrella, viniese de frente a chocar contra nosotros. Como una estrella fugaz, que pudiera hacer que lo fugaz fuese la presencia de la Tierra en un Universo que se empeñan en calificar de finito. (Igual que si alguien realmente tuviera la capacidad de comprender o ver su final)
No lo se... estamos en este mundo, construyendo para la vida, edificando para el ocio, luchando por una razón subjetiva, contaminada por falsos valores, por falsas creencias... Dominada por la charlatanería de los que se piensan poderosos y nos subyugan a su antojo.
Estamos creando un mundo para los demás, para las generaciones venideras. Nos empeñamos en creer que lo hacemos por nosotros, pero es por el disfrute de nuestros hijos y por mantener la memoria de nuestros padres. Nosotros somos mero tránsito entre lo que fueron, y lo que serán... Estamos en un mundo abocado al fracaso... dominado aún por el ancestral ¡que digo ancestral! por el animal instinto de dominio del mas fuerte, donde el más fuerte es quien en su discurso de oratoria, como en la Grecia clásica, gana el juicio.
Nos negamos a renunciar a lo natural, a unas raices que dejaron de pertenecernos hace milenios y aún así nos mentimos diciendo que no somos animales o que somos una especie evolucionada... ¿Evolucionada en qué? ¿En seguir los mismos patrones instintivos de hace millones de años vestidos de Armani? Lo que nos hace diferentes no es esa razon absurda que predicamos tener, sino la capacidad para desarrollar con más potencial nuestro comportamiento primigenio.
Sí, es algo así... pretendemos decir que no somos monos, viendonos más monos vestidos de Armani.
miércoles, 3 de octubre de 2007
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