Estorban los pecados,
sobre la corona angelical
que te has comprado.
Estorban las promesas,
como siempre, sin cumplir.
Estorba tu conciencia,
estorban tus mentiras,
tu silencio, tu culpa,
que arruinan tu cabeza
sobre la pared.
Estorba haber estado
tanto tiempo así.
Estorba tu mirada lacrimosa.
Tu dios, tus oraciones,
tus rodillas desangradas.
El purgatorio, la escalada
incesante a ningún sitio.
Estorba el espejismo
de cuando estamos solos
y hablamos, (como un loco)
frente al espejo;
vanidoso símbolo de soledad.
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