lunes, 28 de mayo de 2007

¿Sonia o Sofía?

¿Recuerdas los diálogos?
Escritos en papel cuando
nadie nos podía escuchar.
¿Recuerdas?
Que todos me envidiaban,
y cuchicheaban el día
que no ibamos por clase.
Recuerdas, sí, sin duda,
aquel verano que
a diario pasaba por tu casa
y me enseñabas tu manera
de vivir la vida
y te mostraba yo
mi interior, que tú
tratabas de entender
con mi exterior
y cordinarlos.
Cordinar que yo no amaba.
Fuiste lo mejor de un año
que acababa y marcaba
los comienzos de Samuel
como poeta, como pensador,
como rebelde reivindicativo,
inconformista.
Aunque podría decir que tú
quedaste atrás,
tu boca, tu mirada,
las preguntas con las
que intentabas comprometerme,
no es verdad.
Yo sí conservo mucho más
que eso, o mis manos
deslizándose en tu pelo.
Me guardé nuestros papeles,
las palabras en azul.
Tus piropos, tu doctrina
que releo y pienso
"¡Cuanta razón llevas ahora!"
Imaginate si entonces
que viviamos mundos distintos
manteníamos aquellas
conversaciones...
Imagínatelo ahora, Sonia,
que los dos hemos bebido
de la misma copa.

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