miércoles, 26 de septiembre de 2007

Es Música

Se supone que en las distintas etapas que se suceden a lo largo de la vida de una persona, se observan diferentes estilos musicales por los que tiene preferencia... uno mas comercial, otro menos, ahora musica en español, algo en ingles... quien sabe que otro idioma! con tal de transmitirnos algo, ya sea mediante la letra, el ritmo o la foto del artista en el disco en cuestion.

Se supone que vamos dejando atras grupos y estilos, y nuestros gustos evolucionan (o involucionan, segun que casos) hasta que atendiendo a una serie de factores sociopersonales, definimos una tendencia clara...

¿Pero es así? ¿Dejamos de escuchar grupos porque ya no nos dicen nada? ¿Qué nos decían cuando empezábamos a oírlos? ¿Teníamos una conciencia de lo que nos gustaba o no? ¿La hemos adquirido a la "vejez" y por eso se puede decir que nos hemos definido?

La música nos acompaña desde que nacemos. Si bien algunas melodías pasan por nuestras mentes sin pena ni gloria, otras se quedan ahí. Nos arruyan o nos persiguen. Luego las olvidamos durante un tiempo, para volver a dar con ellas y dejar que estalle una mezcla de sensaciones que nuestro cerebro mantenía ocultas... Un beso, un paseo, una conversación, tus ojos mirándome con un deseo contenido... incluso aromas! nuestro cuerpo se vuelve perceptivo. ¿Dónde has estado todo este tiempo? Sin duda la culpa fue mía. O no mía! sino de esos estúpidos procesos químicos que tienen lugar dentro de mí.

Pero volvemos. No damos de lado a unos ritmos que nos han hecho sentir felices o desdichados. Que nos relajan, nos agitan, o nos observan mientras nos hundimos entre los recuerdos y el sofá. Siempre volvemos.

Y tampoco pueden llamarnos blasfemos por no ser siempre fieles a los sonidos que acompañan nuestra forma de ser, o la imagen que se han creado de nosotros, nada que ver con la que proyectamos. Parece que pequemos al alejarnos un poco de nuestras predilecciones para caer en melodías antagonicas.

Un poco como el cancionero que recorre este Blog... ¿qué dice de mí realmente? ¿Qué puedes saber de mi leyendo mis poemas, escuchando lo que yo escucho o saltándote lineas de parrafadas como esta?

Te invito a contestarme... con una canción.

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