lunes, 14 de julio de 2008

Hoy langostinos

"Juan, ¿te apetece un cafelito? voy a bajar a por algo" Su respuesta es negativa, pero me agradece el gesto. La cordialidad es importante en la comunicación humana.

Dejo la oficina y bajo las escaleras del hall. Entro al buffet y me fijo que hay preparados desayunos. En la esquina junto a la puerta, un cartel anuncia: "Hoy en nuestro buffet, langostinos" De pronto me apetecen unas gambas a la plancha, pero tendre que conformarme con los dulces que me subió Sergio antes de irse, como hace cada noche que sabe que estoy yo de turno. También le agradezco enormemente el gesto (recordad, cordialidad).

Cojo un zumito, subo de nuevo al despachito y continuo el papeleo. No hay poco hoy, pero me lo tomare con calma. No me gusta estresarme. Además, estoy dejando el café. Me apetece una taza enorme de colacao, pero respeto mi vida, ahora mas que nunca. Hace calor.

Ojeo las noticias, parandome en las banalidades y ofuscandome con las desgracias. ¿Que sentido tiene? La impresora se pone a funcionar sola. El sistema está terminando el cierre y me llama para que vuelva al trabajo. No tengo prisas. Miro el plato con los dulces. Nunca me ha gustado el merengue, pero ese tiene buena pinta.

Soy un hombre, no puedo pensar mientras como.

Listo, ya puedo seguir pensando, escribiendo y haciendo como el que trabaja... lo que me recuerda que en la impresora hay una documentacion esperandome. La recojo y la reparto por la mesa. Me gusta tener todo esto organizado. Me facilita el trabajo. Quiza me hace verlo como un puzzle. Cada pieza en su sitio. Las voy tomando, las voy distribuyendo hasta completar la auditoria. Los seres humanos nos empeñamos en parecer maduros. Nos empeñamos en alcanzar un "estado" que nosotros mismos hemos inventado, como quien quiere alcanzar el Olimpo, el Nirvana o no quedarse atascado en el Purgatorio. La sociedad hace que nos resulte dificil estar por encima de todo eso, pero solo necesitamos observar y aprender. Tener criterio propio y no dejarnos convencer por quien quiere sacar algo de nosotros.

Es verdad, podemos estar por encima de creencias y estatus que nos limitan, controlan y "borreguizan" No se trata de declararnos ateos, ermitaños o cualquier otra cosa, porque seguiriamos cayendo victimas de la terminologia cataloguizante de esta lengua nuestra. Se trata de no dejarnos dominar. De alcanzar una libertad real y absoluta, al menos de pensamiento, dadas nuestras limitaciones fisicas y sociales.

¡Y eso es todo! Por hoy, por supuesto. Si el tiempo vuelve escasamente a acompañarme, volvere a escribir algo pronto.


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1 comentario:

yume dijo...

No puedo pensar mientras como.

Al leerlo me has dado la pieza del puzzle que faltaba en uno de mis acertijos.