Navidades laicas!

En estos días es cuando las ciudades disparan sus prespuestos para adornos, los comerciantes se vuelven extrañamente agradables y los consumidores, simplemente contribuyen sin plantearse a qué se debe todo esto.

Miro mi lugar de trabajo y veo un arbol de navidad, multiples adornos colgados del techo... estrellas, calcetines, lazos rojos, un papanoel subido a una escalera, un muñeco de nieve, macetas con la flor de pascua...

El año pasado pusieron lo que se llama "Misterio". Esto es el nacimiento del que decía ser hijo de Dios en un portal en Belen. Su madre, el marido de esta, y dos animales, mula y buey, que me vendrían estupendamente aquí ahora que han desconectado la calefacción central... Pero en fin. El asunto es que este año han prescindido del citado Misterio... querrán celebrar unas navidades laicas??

Se supone que la religión católica celebra la llegada al Mundo de su lider espiritual, pero es algo ya tan arraigado en occidente que la gente se olvida del sentido de estas fiestas y simplemente lo convierten en una excusa más para el derroche...

Dios, que discurso más manido...

No tengo ganas de perderme en divagaciones demagógicas que suenan al aburrido eco de los inconformistas. Si además yo había empezado a escribir esto porque no me gusta nada como han decorado el hall este año. Eso, y que mi jefe guarda gorros de papanoel en el cajón de su mesa. Y curiosamente coinciden con el número de empleados de mi departamento!! no quepo en mí de gozo... Trabajar con un gorro rojo con borlita? Si me quedo dormido alguna vez en mi turno podré alegar que pensé que era un gorro de pijama y quería darle su verdadera aplicación. No lo rechazo porque me parezca ridículo, que lo es. Yo he hecho tonterías peores en mi vida... Recuerdo unas Colombinas en las que me pasé la noche entera con una chistera azul y roja, así como un imperdible de cinco centímetros que me atravesaba de lado a lado la nariz. Llevaba mi camisa de cuadros verdes y azules, la que me ponía para los conciertos... debajo, una camiseta negra algo rota, y más abajo unos vaqueros rajados por las rodillas y varios puntos más. De calzado, mis clasicas "converse" de quinientas pesetas. Y iba de lo más feliz!

Quizá tenga que ver con que ahora es posible que me pidan que me ponga el maldito gorro de dormir y no soy yo a quien se le ocurre hacer un poco el tonto y dar la nota... ¿y si se me hubiese ocurrido a mi lo de los sombreritos? No lo criticaría. Es más, intentaría convencer al resto de compañeros a que me imitasen. Entonces, a quien hay que criticar es a mi! no, no... no es así. Intento convencerme de que rechazo la idea por venir de los altos mandos de la jerarquía de la empresa, pero la rechazo simplemente porque, en mi casa, en la calle, cuando voy como quiero y hago lo que quiero, no me importa, hasta me puede apetecer un día hacer el ridículo un rato, si es que tal cosa existe... pero que pretendan que sea formal y serio el resto del año, y que en unas fechas en las que no saben ni lo que están celebrando, quieran que rompa esa seriedad en favor de nada (mira, si fuera por erradicar el hambre en el Mundo, salía a la calle solamente con el gorrito de los (el gorrito rojo de papanoel quiero decir) puesto... pero hacer el ridículo porque me lo imponen? sin mi propia iniciativa? No, no, no... vuelvo a caer en lo mismo! al final va a ser cierto que rechazo el sombrerito solo por orgullo y vanidad.

Vanidad! esa cosa que nos diferencia de los animales a pesar de basarse en los instintos que conservamos como especie viva de este planeta. Esa que nos disfraza en según que fechas, que todos nos creemos más buenos simplemente por celebrar un yo que sé que qué sé yo. Esa ignorancia que intenta camuflar nuestra maldad más evidente con falsas creencias de que podemos conseguir la Paz mundial a través de la hipocresía.

No, no y no. Ya puede venir en Papa en bicicleta desde Roma, que no pienso ponerme ese maldito gorro rojo. (que se lo manden a Chávez)